Devocion a Maria. Colaboracion del Hno. Rafael G. Martin.

V.J.M.J.
Hoy sábado, día dedicado a María y es fiesta de San José Obrero,
comenzamos el MES DE MARÍA.
Que este mes nos ayude a renovar nuestra devoción a María y a imitar sus virtudes.
 
MES DE MARÍA
Hoy es el primer día del Mes de María, que desde hace siglos los fieles han dedicado a honrar de manera especial a la Santísima Madre de Nuestro Señor Jesucristo.
Esta piadosa práctica procuró San Marcelino Champagnat que fuera una de las preferidas de los Hermanos y que cada año fuera practicada en las escuelas y colegios de la Congregación. De seguro que los antiguos alumnos de cuba recuerdan todavía cómo en sus colegios se seguía, años tras años, la costumbre de celebrar de la mejor manera posible esta devoción mariana.
Desde hace unos cuantos años, he procurado, a través del Internet, llevara ustedes el recuerdo del mes como una manera de reavivar la devoción a la Santísima Virgen.
Este año procuraré alternar los temas usuales de años anteriores con otros, tales como presentaciones power point, historia de algunas prácticas de devoción a la Virgen, santuarios, etc.
No serán largos los temas, pues la vista no me permite mucho tiempo en la copia de temas escritos; el 15 de Junio me operan de catarata y además tengo algo de degeneración macular en el ojo derecho (a Dios gracias controlada).
A continuación va el pensamiento para este primer día del Mes de María.
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DEVOCIÓN A MARÍA
El Concilio Vaticano II enseña que las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios, hacen que al honrar a la Madre, el Hijo sea más amado.
La devoción, dice Santo Tomás de Aquino, "no es otra cosa que la voluntad pronta para entregarse a todo lo quien pertenece al servicio de Dios." la devoción, pues, radica en la intimidad del que se siente inclinado al servicio amoroso de quien le es superior, que en caso que nos ocupa es la Madre de Dios y Madre de todos los hombres.
Cuando se acepta con fe y buena voluntad la primacía de Santa María sobre los ángeles y los santos, por ser la Madre de Dios y por su estrecha relación con los misterios de Cristo Redentor, se produce en los cristianos una actitud de veneración a María tal, que se manifiesta en un culto litúrgico lleno de respeto, en devoción personal, recia y profunda, en prácticas de piedad que la Iglesia recomienda y bendice. Esto no entorpece el culto a Dios, sino que lo favorece e impulsa.