Quisiera hoy vestirme como ¨Las Damas de Blanco de la Habana¨, para recorrer las calles como los niños de la Primera Comunión en este mes mariano de primavera. Quisiera tener esa voz salmódica, timbrada, cálida y viril, que tiene la virtud de sosegar los corazones agazapados, suspensos, con palabras benignas, en las esquinas del aire cultivando la lealtad como una llama que nunca declina su fuego.
Sueño muchas noches que estoy con mis alumnos en el aula, en los patios de Holguín, dando clase, y, en ese ruedo, me siento otra vez joven, más que viejo, y, a la mañana siguiente me miro en el espejo y, descubro qaue se han borrado las arrugas de mi rostro; me siento feliz soñando, porque mi vocación se realiza más cumplidamente al reverdecer cada noche, esperando el clarín definitivo de un nuevo amanecer.

Hoy 8 de Mayo hemos estado de FIESTA; así con mayúsculas. Era la FIESTA de mi nieto Esteban, pues con otros 15 niños compañeros de clase, hacían la Primera Comunión. El primer encuentro con Jesús Sacramentado. ! Qué bonito encuentro !... Jesús con los niños !... Me dieron envidia; pues yo también quería estar al lado de Jesús.  ¿ Puede haber mejor amigo ?...  No,  así de rotundo.