En los últimos días deseptiembre, el querido H. Director nos dió la grata noticia de que iba a realizar tan esperada Peregrinación al Cobre y que el Hno. Sub-DIrector iría a Oriente para arreglar todo lo relativo a ella. El 4 de Octubre se comunicó la agradable noticia a los alumnos, se les dió a conocer el itinerario y las condiciones para poder formar parte de la peregrinación. Al día siguiente todos los lugares estaban ocupados por alumnos de los Ingresos, 6as, 5tas y 4tas, a quienes se había autorizado para integrar la peregrinación.
Por fin llegó el sábado 9 de octubre, día señalado para la partida. A las 6.30 a.m., ya estaban en el Colegio, acompañados de sus familiares, los 62 alumnos que formarían parte de la peregrinación; el querido H. Director y los 12 Hermanos, profesores de las respectivas clases, tenían todo listo y después de una visita a la Capilla para implorar la protección de la Santísima Virgen y de los Angeles Custodios, nos instalamos en los cómodos Omnibus de la ruta Santiago-Habana, que ofrecían toda clase de comodidades incluyendo el aire acondicionado. El retraso de uno de los Omnibus hizo que no pudiéramos salir a la hora señalada, pero una vez en la Carretera Central fueron recuperando, poco a poco, el tiempo perdido. A las 12.45 entrábamos en Santa Clara; allí visitamos el Colegio Champagnat en donde tuvimos el gusto de saludar a los Hermanos, entre ellos al querido H.Alberto a quien todos los alumnos conocían. Quedamos agradecidos al querido H. F.Luis que había arreglado todo lo relativo al almuerzo en el Hotel Roosevelt. Debido al retraso que llevábamos, tuvimos que cancelar nuestra visita a la Universidad Central Martña Abreu.
Rápidamente pasaron nuestra vista Placetas, Cabaiguán, Santí Spíritus, Jatibonico y Ciego de Avila. En esta ciudad hicimos escala y al llegar a nuestro Colegio vimos que el H. Director y su simpática Comunidad nos estaban esperando. La acogida no pudo ser más cordial; mientras el H. SUb-Director alegraba el ambiente tocando algunos discos, los demás Hermanos obsequiaron a los visitantes con refrescos y galleticas. Todos nos llevamos gratísima impresión del Colegio de Ciego de Avila.
No tardamos en ocupar nuevamente los Omnibus para continuar nuestro viaje. El rezo del Santo Rosario, el tercero o cuarto del día, nos recordó el objeto religioso de nuestra peregrinación. La acogida nos dispensó en el Colegio de la Ciudad Prócer. Nuestros alumnos sabían que el Colegio tiene una hermosa piscina y ! qué grata impresión tuvieron al ver que estaba llena de una agua clara que invitaba a zambullirse ! En un instante los excursionistas, cansados por el largo viaje, disfrutaron del sabroso baño y los nadadores podían lucir sus habilidades.
Luego fue servida una apetitosa comida en los corredores del Colegio. El R. H. Maximiliano y su amable comunidad se desvivieron para agasajarnos.
Terminada la comida nos dividimos en tres grupos para instalarnos en tres Hoteles para pasar la noche; ésta transcurrió con toda felicidad y, a la mañana siguiente, muy temprano, ya estábamos en el Colegio, en donde oímos la Santa Misa durante la cual casi todos los alumnos se acercaron a la Sagrada Mesa. Durante el desayuno los Hermanos redoblaron sus atenciones para con nosotros. Después de agradecer a los Hermanos sus finezas y de decirles ¨hasta luego¨, ocupamos de nuevo nuestros flamantes Omnibus y proseguimos nuestro viaje hacia la Provincia de Oriente.
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Continuará la proxima semana…