Por un camino entre rastrojeras agostadas, encontré a un señor, cargado de años y buenos sentimientos; iba dándose un paseo después de haber dormitado la siesta.
Hola buen hombre !… No nos conocemos. Pódría decirme Ud., que anda por estos lugares, Donde está Dios ?… Qué pregunta más sencilla, me dijo el anciano apoyado en su cayado y, levantándose la boina, como queriendo pedir permiso para contestar, dijo: ´´DIOS ESTÁ DONDE NO SE LE CIERRAN LAS PUERTAS´´. Siguió el hombre su camino tomando el sol de la tarde y, en mi alma quedó aquella magnífica respuesta, dejándome impresionado.
Hoy cerramos puertas y ventanas para que no entre ni Dios.
Has ido a Misa ?… pregunta un vecino a otro. Sí, contesta, a las 12. A Misa hay que ir pronto para ver y hablar con Dios; no tarde para que no nos vea todo Dios. Vamos por cumplimiento o vamos por convencimiento ?
Vamos al médico por convencimiento porque en él tenemos fe y esperanza. Creer para ver. El hombre de la boina tenía esa fe que a veces nos falta. Y, se le abrieron los ojos y, fueron los propagandistas y mensajeros de esa nueva luz que ellos por tener fe vieron. Aquel Médico no les cobró sus honorarios, solamente les dijo : ´´ NO LO PUBLIQUEN ´´.
Hermano que no veo; pues enciende un dedo. Recuerdan esta frase Santiaguin. Necesitamos esa luz para ver nuestro entorno. No lo ´´publiquéis´´.
Hoy sin publicidad no hay ventas. Conjugamos el verbo VENDER. Aquello de: El buen paño en arca de oro se guarda; pasó a la historia. Vender está de moda. Nos vendemos por poco dinero. El dinero de la envidia, de la venganza, de la avaricia, del orgullo de la mentira., etc.
Sigamos siendo ese ´´ BUEN PAÑO QUE SE PALPA´´ de SIEMPRE MARISTAS.
Esteban Castilla Aparicio.