La Inmaculada Concepcion. Colaboracion en archivo del Hno. Rafael G. Martin EPD

V.J.M.J.
"No me dejes, Madre mía." Así terminamos el Bendita sea tu pureza. 
Nosotros procuremos nunca dejar a María, camino para ir a Jesús. 
H. Rafael

"No hagas mal a nadie;
haz bien a cuantos puedas.."

LA INMACULADA CONCEPCIÓN

¿Cómo nos habríamos comportado, si hubiésemos podido escoger la madre nuestra?
De seguro que hubiésemos elegido a la nuestra, llenándola de todas las gracias.

Pues eso es lo que hizo el Señor: siendo omnipotente, sapientísimo y el mismo amor, su poder realizó todo su querer… Es la explicación más clara de por qué el Señor  concedió a su Madre, desde el primer instante de su inmaculada concepción, todos los privilegios.
Estuvo libre del poder de Satanás; es hermosa-tota pulcra!-, limpia, pura en alma y cuerpo.

Ofrezcamos hoy a María Inmaculada renovar las promesas del bautismo: "Renuncio a Satanás y a sus obras, y me entrego para siempre a Jesucristo y a su Iglesia."

El privilegio de María, conocido como su Inmaculada Concepción, fue definido como dogma de fe por S.S. Pío IX el 8 de Diciembre de 1854 y la festividad  litúrgica se celebra el 8 de Diciembre.

Y repitamos varias veces, durante el día el Bendita sea tu pureza.