DIA DE SAN MARCELINO CHAMPAGNAT
V.J.M.J.
V.J.M.J.
Son muchos los santos que se han distinguido por su devocion a la Santisima Virgen.
Entre ellos se destaca San Marcelino Champagnat.
SAN MARCELINO CHAMPAGNAT Y LA DEVOCIÓN A MARÍA
San Marcelino Champagnat, devotísimo como era de María, quiso que también lo fueran los Hermanos por él fundados, y que a su vez ellos infundieran esa devoción a sus alumnos.
Ya siendo seminarista Marcelino tomó como divisa y luego quiso que también lo fuera de los Hermanos Maristas:"Todo a Jesús por María; todo a María para Jesús."
Y dio a los Hermanos por él fundados, el nombre de Hermanos de María y de ese nombre de la Congregación, vino algo después el de Hermanos Maristas.
Apenas reunidos los primeros Hermanos, el Padre Champagnat estableció en la novel comunidad diversas prácticas de devoción a María.
Quiso que los Hermanos comenzaran el día con el canto de la SALVE y que terminaran todos sus ejercicios de piedad con lamuy antigua antífona mariana SUB TUUM PRÆSIDIUM (Bajo tu amparo nos acogemos…).
Para dar fin a la jornada les recomendaba el rezo de TRES AVEMARÍAS y que celebrasen de modo especial todas las fiestas en honor de la Santísima Virgen.
La celebración del MES DE MAYO, el mes de MARÍA, dedicado a honrar de manera especial a María, fue una de las primeras prácticas que el Padre Champagnat puso en el reglamento de los Hermanos y cuidó bien de que se hiciera en todas las escuelas de los Hermanos.
El rezo diario del Rosario tanto por los Hermanos como en las aulas de sus escuelas fue también otra de las prácticas de devoción a María dispuesta y recomendada encarecidamente por el santo fundador y les encarecía que procurasen que los niños la practicasen.
También quiso que todos los Hermanos y sus alumnos recibiesen el Escapulario del Carmen y lo llevasen continuamente con devoción.
"Quien ama a la Virgen, nunca se encuentra sin ningún objeto que le recuerde a su divina Madre…El Rosario y el Escapulario son armas que nos defienden contra las tentaciones", solíarepetir con frecuencia en sus charlas y conferencias a los Hermanos y feligreses de La Valla.
Pero no quería que la devoción consistiese solamente en prácticas de devoción externas, Quería que los hermanos pusieran especial empeño en imitar las virtudes de María, sobre todo su fe, su esperanza, su caridad, su humildad, su sencillez y su pureza. Y que también inculcasen estos a sus educandos.
"María es nuestro RECURSO ORDINARIO", era una de sus expresiones favoritas, y a Ella encomendaba todos sus proyectos y trabajos; a ella dedicó su vida entera.
Y a los Hermanos solía repetir con frecuencia: "Si tenéis la dicha de inspirar a los niños una tierna devoción a la Virgen, los habréis salvado."