Fiesta de San Marcelino Champagnat. Colaboracion de Luis Puello de Maristanet (Maristas de Santa Clara).

Mensaje de Mons. Emilio Aranguren, Obispo de Holguin
AA Colegio de Santa Clara

 Fiesta de San Marcelino Champagnat

Queridos Hermanos y AA Maristas, mañana día 6 de junio, es la fiesta de San Marcelino Champagnat.

La Congregación de Hermanos Maristas está celebrando el 200º aniversario. Somos parte de ella. Recemos y demos gracias.
Podemos hacer llegar estos adjuntos a otros AA y, de esa forma, poder comunicarnos entre sí.

Qué bueno es tener en cuenta que, en Cuba, la cadena "institucional" ---cortada súbitamente en 1961--- se restableció "pastoralmente" en el 2001. Por tanto, a los que fuimos AA de los Colegios de entonces se unen hoy los destinatarios de la acción del carisma marista en Cienfuegos y La Habana. ¿No será este uno de los posibles caminos a tener en cuenta cuando leemos el texto del Mensaje del Superior General (Hno. Emili Turú FMS) con motivo de la Fiesta del Fundador, en la que insiste que hay que preparase y estar dispuesto para "cambiar"? (Por si no lo conocen, se adjunta el texto y la oración, así como el logotipo del bicentenario. 

Mons. Emilio 


MENSAJE PARA LA FIESTA 
DE SAN MARCELINO CHAMPAGNAT DEL 2017 del Hermano Superior General Emili Turù

La congregación celebrará su XXII Capítulo General en septiembre, en Colombia
6 de junio de 2017
Queridos Maristas de Champagnat:
Este año 2017, la fiesta de San Marcelino Champagnat cobra un significado especial, ya que estamos celebrando el bicentenario del Instituto y, por otra parte, dentro de 3 meses, se iniciará nuestro XXII Capítulo general en Colombia. 
Les invito a que este 6 de junio, unidos a los maristas de todo el mundo, lo vivamos con el mismo espíritu con el que celebramos el pasado 2 de enero: dando gracias al Señor por el don del carisma de Champagnat a la Iglesia y al mundo; pidiendo perdón por nuestras infidelidades al Espíritu de Dios; y renovando nuestro compromiso con la vida y misión maristas. 
Les invito también a que encomendemos a la protección de nuestra Buena Madre el próximo Capítulo general, que se abrirá, Dios mediante, el próximo día 8 de septiembre.
En esa fecha nos encontraremos un buen grupo de maristas, representando a todas las provincias del mundo, para preguntarnos qué quiere el Señor de nosotros en este momento histórico, trazar nuestras prioridades para los próximos 8 años, y también para elegir al H. Superior general y a su Consejo. En esta ocasión, además, el Capítulo general va a estudiar nuestras Constituciones y proponer los cambios que crea oportuno.
El eslogan del Capítulo: "Un nuevo La Valla" nos invita a regresar a La Valla, la casa de nuestros orígenes, nuestra "casa de la luz", para reencontrar lo esencial de nuestro carisma, y darnos la oportunidad de "un nuevo comienzo" aquí y ahora.  
Es interesante darse cuenta de que este año se cumplen también 50 años del Capítulo general de 1967, convocado para aplicar entre nosotros la renovación pedida por el Concilio Vaticano II. Creo que el próximo Capítulo general tenemos que situarlo en esa corriente de renovación iniciada entonces. Una renovación que ha supuesto cambios profundos y que seguramente continuará exigiéndolos para el futuro. 
Así lo reconocía el H. Basilio Rueda al finalizar el Capítulo general de 1993. Recordemos que el H. Basilio fue elegido Superior general en 1967 y acompañó ese período de renovación durante 18 años, muchos de ellos altamente turbulentos.  
Yo creo que el mensaje que habría que dar a los hermanos, sobre todo el corazón del mensaje, es el decirles que el Instituto está llegando a una especie de giro en su historia. Un giro que será marcado por una más profunda fidelidad y, al mismo tiempo, por cambios muy importantes.  
Trato de explicarme. Este es el cuarto Capítulo general que me toca vivir y, reflexionando sobre el conjunto, me parece que actualmente nos estamos enfrentando a una serie de desafíos, de circunstancias históricas, que se van intensificando y que todo esto dice a los hermanos que nuestro Instituto es más que nunca actual, como si hubiera sido creado, inventado y fundado para nuestro tiempo y para las actuales circunstancias. Pero al mismo tiempo dice que posiblemente el modo cómo hemos vivido, las instituciones que hemos creado, el modo como las estamos administrando no están a la altura de los tiempos y requieren cambios muy importantes. Yo creo que esto es el corazón del mensaje. Decir a los hermanos más que nunca nuestra actualidad y también más que nunca la necesidad de dar un giro muy importante a nuestras vidas, a nuestras comunidades, a nuestras obras.  
Y volviendo de nuevo y puntualizando todavía más ese mensaje, yo quisiera decir a los hermanos que no se desalienten, que cuando les lleguen las llamadas del Capítulo y cuando se nos pidan cambios muy importantes, que tengan mucha confianza. Creo que realmente que lo que el Capítulo ha querido y lo que está pidiendo a los hermanos, y las prioridades que está señalando, transmiten verdaderamente el querer de Dios nacido de nuestro carisma, nacido de las llamadas de nuestros tiempos, nacido de nuestras circunstancias históricas. Que los hermanos lo acepten con mucha confianza y con mucha paz, que lo acepten con mucha valentía. 
El H. Basilio nos ha recordado la tremenda actualidad de nuestro vida y misión, pero al mismo tiempo nos interpela proféticamente a un cambio profundo, a un giro importante en nuestras vidas, nuestras comunidades, nuestras obras.

Quizás ahora sea un momento oportuno para preguntarnos, 24 años después de esas palabras, en qué medida hemos sido capaces de entrar en esa dinámica de transformación personal y colectiva, y qué nos queda todavía por hacer, pues, como decía el H. Basilio, el modo cómo hemos vivido, las instituciones que hemos creado, el modo como las estamos administrando no están a la altura de los tiempos y requieren cambios muy importantes. 
¡No resistan al Espíritu Santo! nos pide hoy el mártir San Esteban, como lo pedía a los que le iban a matar. 
¡Ojalá que, colectivamente, tengamos la audacia, como María, de dejarnos llevar por la emergente novedad del Espíritu, sin dejarnos atrapar por lo que hemos realizado hasta ahora o por la simple gestión de lo existente! 
Unámonos por ello en oración, rezando juntos la Oración para el XXII Capítulo general: 
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo 
llénanos de la fe, visión y valentía de nuestro fundador San Marcelino, ahora que estamos iniciando nuestro tercer centenario como maristas de Champagnat.
Queremos ser buscadores de Ti, tejedores de fraternidad con todos nuestros hermanos y hermanas, 
y mensajeros de tu Buena Nueva para los niños y los jóvenes, especialmente quienes están en las periferias. 
desde nuestra sencilla fundación en La Valla, cruzamos ahora al umbral de nuestro tercer centenario 
para crear juntos un nuevo comienzo. 
Ponemos la preparación, discernimiento y decisiones de nuestro XXII Capítulo general 
bajo tu protección y guía 
nos llene de sabiduría, audacia, gratitud y fe.
Y que no dejemos jamás de caminar de prisa hacia el futuro que nos convoca, hoy y siempre.
Reunidos en torno a María, nuestra buena Madre, 
Dios siempre amoroso,  
Seguros de tu fidelidad, oh Dios, y de que participamos de la obra de María, que este tiempo de celebración, de memoria agradecida y de reconciliación,  
Amén.