Mensaje del H. Luis Carlos Gutièrrez Blanco, Vicario General



Un saludo a todos los maristas de Champagnat de todos los cinco continentes. Mi quiero unir a las palabras expresadas por el Hermano Ernesto, al comenzar el día 3 de octubre su mandado como Superior general y agradecer a toda la vida marista que nos ha proporcionado, a él y a esto su servidor como Vicario general, la oportunidad de servir durante los próximos años al Instituto.

El Capítulo general nos invitaba a construir puentes. Dentro de las metas hermosas que nos ha mostrado, una ha sido que seamos puente de la humanidad en una tierra que se encuentra fracturada, en una sociedad que se encuentra, a veces dividida. Y esta es nuestra auténtica vocación como Hermanos y Hermanas que sienten el corazón de Champagnat en cualquiera de los continentes donde nos encontramos.

Estos días de Capítulo general nos ha mostrado la riqueza del nuestro carisma, la riqueza que tenemos en nuestra misión y también, a través de la presencia de los laicos y de los hermanos jóvenes, la esperanza de un futuro que crece junto a la vida consagrada de los Hermanos, a la vida consagrada de las Hermanas Maristas de Champagnat y de las otras ramas, a los laicos y laicas maristas e a todos los que se comprometen en la pastoral y en servicio dentro de nuestras obras en la Iglesia y en el mundo.
Credo que formamos, gracias a Deus, una hermosa familia y deseamos que esa familia siga creciendo a tenor de lo espíritu y al servicio de la iglesia y del mundo.

Para todos nosotros, esto capítulo está significando una renovación y gracias a él esperamos que los siguientes años los podemos vivir con mucha esperanza y con mucha fortaleza. Espero que cada uno de nosotros, ustedes, todos los que participamos en esto capítulo nos sintamos comprometidos, hoy y siempre, con la vida marista.

Que el Señor y la Buena Madre les bendiga abundantemente.