
Colaboraciones en archivo, que realizò nuestro querido Hno. Rafael EPD al Blog SIEMPREMARISTA
Hoy reflexionaremos brevemente sobre el nacimiento del Señor en Belén y María, su madre.
Jesucristo, Dios-Hombre es una de las maravillas de Dios, la que debemos meditar y agradecer al Señor que vino a traer la paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
A todos los hombres, es decir a toda la humanidad, sin distinción de razas o etnias.
Todos somos hermanos en Dios.
Y es María, la que cuando aceptó la voluntad de Dios dando el sí el día de la Anunciación, hizo posible el nacimiento del Redentor.
Jesús, nace humilde y pobre; pero rodeado del amor de María y de José.
Y su venida es anunciada a los pastores por los ángeles que acuden a Belén para ver al recién nacido prometido Mesías, es decir el Salvador.
“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.”
Estas son las palabras de la segunda parte del AVE MARÍA y al alabar a María en la primera parte de esa oración, tengamos bien presente la petición que en la segunda parte sigue a esa alabanza.