
Colaboraciones en archivo, que realizò nuestro querido Hno. Rafael EPD al Blog SIEMPREMARISTA
La naturaleza divina y la humana se unían en una única Persona: Jesucristo, verdadero Dios y, desde entonces, verdadero Hombre; Unigénito eterno del Padre y, a partir de aquel momento, como Hombre, hijo verdadero de María.
Por eso Nuestra Señora es Madre del Verbo encarnado, de la segunda Persona de la Santísima Trinidad que ha unido en sí para siempre, sin confusión, la naturaleza humana.
Podemos decir bien alto a la Virgen Santa, como la mejor alabanza, esas palabras que expresan su más alta dignidad: Madre de Dios.
Ofrezcamos el día de hoy a nuestra Madre, la Virgen María y a lo largo del día decir alguna oración mariana, especialmente el AVEMARÍA.