Señor Director de Maristas
Colegio Champagnat
Víbora – Habana – Cuba
Dilecto amigo :
Acabo de leer en la sección de Noticias de la simpatiquísima, amena y formativa revista, órgano de ese destacado colegio, unas cuartillas con que me favorecen con motivo de la Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica, con la cual quiso el gobierno de España eterna, reconocer la fecunda labor que los maristas españoles realizan desde media centuria en las tierras ubérrimas de América.

H. Heriberto
Le manifiesto que con mas méritos fue impuesta igualmente la preciosa condecoración a los carísimos HH. Ubaldo y Arnoldo, antiguos directores del Liceo Salvadoreño y veteranos de la primera hora en tierras de la América Central.
Pero debo advertirle que por mucho que aprecie esa distinción valiosísima, por tantos codiciada y por tan pocos habida, tengo en mucho mas el humilde –humildemente glorioso- habito del marista y el Cristo de mi profesión, como el galardón mas grande de este mundo, que amorosamente beso todas las mañanas al colgármelo del pecho, para no gloriarme sino en EL, como enseña san Pablo.
Desde el 8 de Septiembre de 1904 soy caballero de Nuestra Señora, Reina de mi alma y Dama de mis pensamientos y amores, al pie de cuyo altar vele mis armas y le jure amor eterno –usque ad mortem.
Desde el 18 de Julio de este año mariano soy también caballero de Isabel, la mujer mas grande del genero humano, después de María Santísima, al decir de Mr. Taft, antiguo presidente de los Estados Unidos, y al sentir de todo hijo bien nacido, a pesar de lo que me dicen y escriben los protestantes, tristes huérfanos voluntarios, cuyas almas errabundan por los senderos de la herejía sin la esperanza de encontrar, en su obstinación, las caricias maternales que la Madre de Dios prodiga a sus hijos en este valle de lágrimas.

H. Heriberto junto a los HH. Ubaldo y Arnoldo.
Entro los motivos que MARISTAS evoca para favorecerme, cita la fundación de la Academia Literaria ´´Rafael María de Mendive´´, cuyo titulo fue escogido por los socios fundadores en las postrimerías del año 1950, en reñido debate, al cual asistió el doctor Agustin Irulegui, dilecto e inolvidable compañero de labores de la Sección de Letras del Quinto Curso de aquel ´´Año Santo´´, de tan gratos recuerdos para este servidor suyo.
Presintiendo mi traslado a Guatemala procure a tiempo buscar un verdadero director para la Academia, a la cual dedique cariño, entusiasmo y abnegación, porque quería para esa corporación colegiada larga vida y fecundidad para la juventud noble y generosa que la integraba, y para que fuera fragua, crisol y alcázar de las letras cubanas. Bendito el día en que el caro H. Victor Serna tomo el timón de la nave académica, y loados sean los socios fundadores que le dieron vida, encabezados por el inolvidable Mateo Jovar, su primer presidente, y por los primeros directivos, tales como el dinámico Nelson de la Vega, que después escogió la mejor parte –optimam poartem elegit-, y de Céspedes y otros mas, distinguidos en Comercio y Bachillerato.
He seguido la trayectoria del Colegio Champagnat de la Víbora –Primaria y Secundaria-, a través de MARISTAS, así como la monumental constitución del Champagnat de la Avenida Independencia y bendigo al Señor y a María Inmaculada por la protección admirable que les dispensa; y al Cielo pido que multiplique las almas generosas que quieran seguir la ruta triunfal del apostolado marista. Es muy bello y muy grande ser apóstol, pues los mismos ángeles cuentan sus pasos y los señalan con pilotes de oro.
Su affmo, en Cristo Rey,
H. Heriberto