En el anexo van algunas notas sobre ADVIENTO.
`FELIZ DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS!
H. Rafael
"No hagas mal a nadie;
haz bien a cuantos puedas.."
Pronto comenzará el tiempo litúrgico de ADVIENTO.
La palabra Adviento procede del latín adventus, que significa venida, llegada; y este tiempo que precede a la fiesta de Navidad, es un tiempo durante el cual debemos prepararnos para la venida, para la llegada de Jesús, que nació en Belén para llevar a cabo la Redención.
El tiempo litúrgico de Adviento comienza cada año en el domingo más cercano a la fiesta del apóstol San Andrés, celebrada el 30 de Noviembre; el tiempo de Adviento comprende los cuatro domingos que preceden a la Navidad.
El primer domingo de Adviento puede ser el 27 de Noviembre en (la fecha más adelantada) cuyo caso el Adviento tiene 28 días, o bien puede ser el 3 de Diciembre (la fecha más atrasada) y entonces el Adviento consta solamente de 21 días.
Con el inicio del Adviento comienza en la Iglesia Occidental el Año Litúrgico el cual se extiende hasta finales de Noviembre del año siguiente. El Año Litúrgico divide las celebraciones de la liturgia católica en cinco períodos, llamados tiempos: Tiempo de Adviento, Tiempo de Navidad, Tiempo de Cuaresma, Tiempo Pascual y el Tiempo Ordinario, que precede al de Cuaresma y luego continúa después del Tiempo Pascual hasta el comienzo del nuevo Adviento.
Antiguamente el Adviento era un tiempo penitencial, en el cual los fieles ayunaban y guardaban abstinencia durante muchos días y durante la Edad Medía, junto con la Cuaresma, existía la Tregua de Dios, durante la cual los reyes y los señores feudales no hacían la guerra.
En la actualidad, no hay días de ayuno ni de abstinencia durante las semanas de Adviento, pero la Iglesia desea que los fieles celebren el Adviento con más oración y lectura de la Sagrada Biblia, especialmente la lectura de los libros de la Biblia más relacionados con la venida del Mesías prometido para llevar a cabo la Redención y de esa manera avivar nuestra fe.Puede decirse que el Adviento se divide en dos partes bien definidas.
La primera, desde el primer domingo hasta el 16 de Diciembre, tiene carácter escatológico, es decir, referencias a la venida del Señor al final de los tiempos.
La segunda parte, que va desde el 17 de Diciembre hasta el 24, y la cual algunos llaman la "Semana Santa" de la Navidad, se orienta a preparar de manera más explícita la celebración de la venida de Jesús. En la celebración de Adviento las primeras lecturas bíblicas de la Misa muchas de ellas son del libro del profeta Isaías.
En las segundas lecturas, tomadas de los evangelios, se nos presentan las figuras de María y de San Juan Bautista, el Precursor.
Aprovechemos estos días que preceden a la Navidad para prepararnos a la celebración de esa fiesta en la cual recordaremos el misterio de la Encarnación de la Segunda persona de la Santísima Trinidad, en la persona de Nuestro Señor Jesucristo.
Recordemos que Jesucristo en la única razón de la celebración de la Navidad y no lo es el intercambio de regalos, de tarjetas de felicitación, etc.
Todo esto es secundario, es la parte externa de la festividad navideña.
Durante los días de Adviento se celebran las siguientes fiestas de la Santísima Virgen:
Diciembre 8: La Inmaculada Concepción de María, la Madre del Señor.
Esta advocación mariana es la escogida como patrona de los Estados Unidos y su santuario nacional se encuentra en Washington
Diciembre 10: Nuestra Señora de Loreto.
La fiesta no tiene carácter universal, es decir, solamente se celebra en algunas naciones, por supuesto, en Italia, que es donde está el santuario en la ciudad de Loreto.
Nuestra Señora de Loreto es la patrona de la aviación civil y la militar.
En Cuba la fuerza aérea del Ejército Constitucional, aunque sin carácter oficial, la tenía como patrona
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Diciembre 12: Nuestra Señor de Guadalupe.
Es la patrona de México y de todas las Américas.
Diciembre 18: Expectación del Parto de María también llamada de Nuestra Señora de la Esperanza.
Esta fiesta se originó en la España Visigótica en el siglo VI: popularmente también se la llama allí la fiesta de la O y en tiempos pasados muchas mujeres eran bautizadas con el nombre de María de la O.
ANUNCIACIÓN, PINTURA DE MURILLO
La corona de Adviento es un círculo de follaje verde en el cual se insertan cuatro velas. Tres velas son de color violeta, la otra, de color rosado.
De acuerdo con una ya tradicional costumbre, cada domingo de Adviento se enciende una vela, comenzando por las de color violeta. (El primero, el segundo y cuarto domingo)
La vela rosada corresponde al tercer domingo de Adviento y simboliza la alegría
Mientras se encienden las velas se reza una breve oración y en algunos lugares entonan cantos propios del tiempo litúrgico. Esto suele hacerse al comenzar la Misa de los domingos de Adviento. En algunas familias todavía se sigue esta costumbre que no está limitada solamente al recinto de la iglesia.
La luz, que al encender cada domingo una vela más va en aumento, simboliza a Cristo, Luz del Mundo, cuyo nacimiento vamos a celebrar en Navidad.
ORIGEN DE ESTA COSTUMBRE.
La corona de Adviento encuentra sus raíces de en las costumbres pre-cristianas de los germanos. Durante el frío y la oscuridad del mes de Diciembre reunían ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza de la venida de la primavera, Pero nuestra corona de Adviento no representa una concesión al paganismo, sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura de los pueblos convertidos a nuestra fe. Lo viejo, ahora tomo un nuevo y pleno contenido de Cristo quien vino para renovarlo todo.
NUEVA REALIDAD.
Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: "Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá luz eterna." (Juan, 8, 12)
Y nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: "Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte." (Mateo, 5, 4)
En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para para celebrar el Adviento. Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas significan la venida de la luz en la noche de Navidad: Jesucristo, Luz del Mundo.
Las ramas suelen escogerse, en los países fríos, de árboles de hojas perennes, que no se secan y caen en el invierno, y simbolizar de esta manera que Dios es eterno, que no cambia.
El círculo, en el cual suelen arreglarse las ramas de la corona, nos recuerda también a Dios, que no tiene principio ni fin.
En Adviento recordamos la larga espera de la humanidad que, caída en el pecado, vivía en tinieblas.
El pueblo de Israel recibió de Dios la promesa de redención y los profetas la mantenían viva en los corazones.
Nosotros, por el bautismo, fuimos llamados a la luz y debemos estar dispuestos a ser profetas y anunciar el reino de Dios. Es así que nosotros, en Cristo, somos luz para el mundo.